28 febrero 2010

Editorial - febrero 2010. Las dos izquierdas: evolución o revolución

José López Montes

El revuelo provocado en Benalúa a raíz del anteproyecto de la línea del AVE que podría atravesar nuestra vega, y del que nos hacemos eco en esta edición del Bermellón, hace que revivamos la profunda frustración de sentir que tenemos una democracia formal en la que la voz del pueblo ha conquistado apenas el derecho a que la dejen protestar, y donde las decisiones de auténtico calado que nos afectan a todos las toman otros en otra parte.

En la España actual en la que la vida política parece reducirse a la interminable crónica del enfrentamiento entre socialistas y populares, a modo de un eterno Barça-Madrid donde los demás no cuentan, desde Izquierda Unida queremos posicionarnos claramente para mostrar en qué se diferencia nuestro programa e ideario de otras opciones también autoproclamadas como de izquierdas.

Hemos comenzando rastreando el origen de las dos principales corrientes de la izquierda política para entender cómo se ha llegado a la situación actual de bipartidismo en la que las políticas de la derecha liberal representada por el PP y la socialdemocracia del PSOE cada vez se parecen más, y mostrando por qué desde nuestro punto de vista las políticas socialdemócratas, sobre todo en lo económico, terminan cediendo al poder del capital traicionando su declarado humanismo en tanto que a fin de cuentas defiende antes al mercado que a la persona.

Si durante unas décadas las concesiones al mercado sí han redundado en un mayor poder adquisitivo de los trabajadores a la par que en ciertas mejoras sociales, cuando el mercado entra en crisis, las políticas liberales que se hacen imprescindibles para que la máquina sigua funcionando (léase jubilación a los 67 años o facilidades para el despido) empiezan a tensar la tolerancia de los trabajadores y hacen aflorar las contradicciones de la socialdemocracia.

Tras el fracaso de los regímenes comunistas de cuño soviético en Europa, bien amplificado por los medios de comunicación, asistimos hoy al silenciado fracaso de los regímenes capitalistas, que han sumido al planeta en la mayor pobreza y desigualdad desde que la Humanidad existe como tal. Ninguno de los dos modelos han cuestionado el progreso y la idea de crecimiento. El concepto tan de moda del desarrollo sostenible sigue apoyanto la idea de que no hay otra posibilidad que crecer, por lo que es una contradicción flagrante en sus términos, que acaso esconde nuevas oportunidades de negocio para seguir alentando el consumo. Se impone una revolución en nuestra manera de entender el trabajo y la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 


bermellon
Revista de la Asamblea Local de Izquierda Unida de Benalúa

Creative Commons License

iu